27 diciembre 2019

Las ciudades antiguas en Sri Lanka

Después de una cancelación de vuelo y compra de otro en el mismo día de la salida hacia Sri Lanka, cogemos el vuelo, con escala en Dubái. Siempre tuve curiosidad por cómo sería pasar unos días en Dubái y ahora ya lo sé: no merece nada la pena, hay poco más que centros comerciales, un calor asfixiante y algún edificio muy alto. Aqui, el Burj Khalifa desde abajo y desde el avión


Llegamos a Colombo a medianoche, cogimos un ¨über local¨ y, después de pasar una noche en un hotel cápsula, nos vamos directos a Kandy en un AC bus, cuyo AC se rompe a medio camino. No pasa nada. En la primera etapa del viaje, visitamos varias ciudades que contienen los templos budistas más antiguos de Sri Lanka, y que son lugares de peregrinación para los sri lankeses.

Llegamos a Kandy y vemos el primer templo budista, el Templo del diente, donde llegan cientos de peregrinos cada día desde cualquier lugar de la isla. El templo tiene un tejado de oro que brilla mucho y se supone que está construido sobre un diente de Budha, lo que lo hace, junto con el arbol de Bodhi de Anuradhapura, es uno de los lugares más venerados de los budistas. Tiene unos jardines enormes donde está esta cabañita de cristal, donde los locales encienden velitas de queroseno y se quema incienso. Para ir al templo, los srilankeses suelen ir de blanco y recomendamos llevar zapatos fáciles de quitar porque en este viaje te los quitas unas mil veces en los templitos!


Kandy da para un par de días: ver el templo y a los monitos que andan sueltos, e ir a un espectáculo de danza Srilankesa. Este espectáculo está muy bien. Te enseñan como 14 bailes tradicionales y al final caminan sobre fuego!




La estación de autobuses es un caos, a Mara casi le da un patatús. Luego se fue acostrumbrando y terminó siendo una experta. De Kandy pusimos rumbo a Dambula y de ahí cogimos un bus de 30min a Sigiriya.  Aquí podéis ver el bus pelín ecléctico. ¡Mucho arte!





Sigiriya es un pueblín muy pequeño de una sola calle pero tiene un par de rocas que merece la pena visitar. Primero subimos primero la Roca Pidurangala. Se tarda unas 2 horas en subir y bajar y las vistas valen la pena. Desde arriba se puede ver el Lion Rock.




A la mañana siguiente subimos Lion Rock. Esta es muy turística, te cobran una buena entrada, hay muchas escaleritas que ayudan a subir y se hace fácil. Se puede tardar unas 3-4 horas en subir y bajar. El camino es muy bonito y en la entrada hay unas vistas espectaculares de la roca.

En la cima hay unas ruinas de un antiguo palacio que es patrimonio de la humanidad. Y el camino tiene cosas como advertencias de no hacer ruido por las avispas o monos que chinchan a los perros. Esta es la vista desde arriba









Dando paseos por el pueblo se puede ver algún elefante bañándose, pero poco más. Duermes comes, te tomas una cerve Lion y a otro pueblo!


Nos cogemos un bus a Dambulla, para ver el Cave Temple que es un templo excavado en la piedra que tiene más de 500 budhas dentro.




También visitamos el Golden Temple que es un templo moderno que se contruyó con donativos japoneses y que tiene un budha gigante cubierto de oro.

Por la tarde, los dueños del hostal nos llevaron de paseo por la zona y vimos uno de los atardeceres más bonitos que hemos visto nunca. ¡Im-presionante!


Al día siguiente, después de fracasar en nuestro intento de pagar impuestos en el hostal, nos cogemos un bus a Anuradhapura. Es una zona muy extensa de templos, muchos de ellos datan de un siglo a.C.
Cogimos un tour en tuk tuk que te lleva de templo a templo y, la verdad es, que vale la pena. También se puede hacer en bici, pero con el calor que hace por esos lares...

Aquí unas fotitos de los templos y paisajes que vimos. Hay muchísimos perros callejeros que parece que se están muriendo todos.


Y monos, ojito a los monos, que estos parecen personas y están sentados muy señoriales!


Con esto dimos por terminada la primera parte del viaje en que visitamos la zona de las ciudades antiguas y los mil y uno templos. De nuevo, cogimos un bus y nos encaminamos a la costa este de la isla. Próxima parada... la playa!