18 mayo 2008

Dublín

Última parada del viaje... Dubín. Fui a visitar al señor Urionabarrenetxea, alias "Uri", que anda currando por ahí de informatic. La verdad es que la ciudad me sorprendió. Es bonita, y la gente parece muy agusto. El nivel de vida ha ido subiendo desde que estaba en el norte de Brasil, luego el sur, luego 5 días en Madrid y finalmente Dublín. Aquí todo es más caro, bueno, menos la ropa. Un café (aquí son ricos, ricos) puede costar 4 euritos de nada. Y un zumo natural otros 4€, eso el cuádruple de lo que costaban en Brasil, eso sí, me tomé varios. Lo que me pareció increíble fue encontrarme un zumo de açaí (fruta amazónica) en la estación de bus!

Nada más llegar, Uri hizo o que tenía que hacer me llevó a un restaurante a cenar y a un pub-disco para tomar unas pintitas y entrar en calor. Dejé el macuto en el suelo y empecé a probar cervecitas :)

Di muchas vueltitas por la ciudad, jugamos un partidito para humillar a los irlandeses y nos fuimos de fiesta, para variar. En el partido hubo un incidente en el que Uri se quedó cojo y tuvo que ir un par de días con muletas.



Ese fin de semana conocí a mi nueva compi de piso, Dace, de Letonia. Esta es mi primera foto con ella. También conocí a unas chicas de Madrid, que, hablando, nos dimos cuenta de que habíamos estado en la misma fiesta de nochevieja, en el Top of the Pops. Son las de la foto del óculo :)



El lunes fui a Kilkenny y el martes a Cork para ver un poco del resto de Irlanda. Me tomé un plato vegetariano impresionante en el centro de diseño de Kilkenny (foto) y un estofado irlandés rico, rico en Cork.


Y aquí terminó mi viaje interestelar... snif. La vuelta ha sido dura, pero para amenizarla un poco, llegó Mr. Pulu. Consiguimos record de asistencia. Unas 200 personas se acercarona a tomarse unos calimochos :)



Y ahora, vuelta a la vida "normal". Aun sigo los blogs de gente que conocí en el viaje como Corinda en las Galápagos o Adriana y Héctor por Perú y Bolivia... Ahí los tenéis :)


Muchos kilómetros en bus y avión, gente especial, rara, desconocida, conocida, playas, zumos, música, carnavales y aventuras quedarán en el recuerdo para siempre...

13 abril 2008

São Paulo

Destino final del viaje por Brasil. No muy bonito, pero tiene cosas curiosas. Por ejemplo, cuando llegó el bus desde Curitiba, desde que ví la primera casa de las favelas paulistas hasta que llegamos a la estación tardó 1 hora. Unos 18 millones de personas viven en la gran São Paulo.

El domingo fui a Liberdade, barrio japonés. Impresionante. Hay, desde la última temporada de Ultraman (la competencia a los Power Rangers, pero en pobre) hasta estrellas ninja o espadas samurai. Este año se conmemora el centenario de la primera ola de inmigración japonesa a la ciudad, y está bastante animado. Los domingos ponen unos puestecitos en la calle, a lo Rastro. No sé cómo se llaman, pero he comido tempura de gambas y bolinhos de vegetales con zumo de cajá. He reposado una horita y he vuelto a por más. En el segundo round el estómago me ha hecho ruidos raros al mezclar unos boliños de pulpo especiado con el zumo de maracuyá, pero ha merecido la pena. No me he atrevido con las empanadas de dulce de frijoles de la tercera foto :)


Puestos ambulantes de bonsais (hasta en los maleteros de los coches), puestos oficiales de películas pirateadas, artículos incomprendibles en el supermercado, y hasta acarajé bahiano (bolitas fritas de pasta de frijoles en aceite de dendê)



Estuve muy bien acompañado esos días. Organicé una cenita con varias personas que conocía. Fernando, de mi primer día de viaje, Carol (que conocía de Madrid) y su hermana Camila, y Carolina (que conocí en la playa de pipa) y una amiga suya. Una pizza de haute cusine en el Quintal do Braz complementada con una partida de billar (sinuca) de alto nivel.
El último día fui a visitar a Daniele a su pueblo, Campinas, y ponernos al día. Está a unos 100km de São Paulo y tiene 1,4 millones de habitantes (un pueblillo en esas latitudes).



La vuelta a Madrid no ha sido muy traumática, sobre todo porque aún tenía 2 semanas de vacaciones. Y ahora, viéndolo con un poco más de perspectiva, y habiendo contado el viaje 20 veces desde mi llegada hace un par de días, me doy cuenta del viaje que he hecho.



Mucha gente me ha preguntado ¿Cuál es el lugar que más te ha gustado? Difícil respuesta. Pero, por si alguien va por ahí, quizás le sirva de algo esta: creo que han sido 4 o 5 pueblecitos , distribuidos por el nordeste del país: Morro de São Paulo, Itacaré, Pipa, Jericoacoara y Fernando de Noronha (aquí, las mejores playas).
De los lugares más turísticos sólo me quedó Rio (ahora mismo sumida en una epidemia de dengue). Creo que aprovecharé unas vacaciones futuras (en las que no haya que perder el empleo) para visitarlo.

Próximo destino: Dublín :)

08 abril 2008

Florianópolis y Curitiba

Llegué a Florianópolis (Floripa, como lo llaman por aquí) sabiendo que es tierra de surferos, que el agua está fría y que está llena de Argentinos en temporada alta. Por suerte, ahora es temporada baja, y no hay muchos turistas. El agua empieza a enfriarse (en la parte sur de la isla es como agua del deshielo, donde no sientes la parte del cuerpo que está bajo el agua) en esta época, y las frutas se parecen más a las de Europa, tristemente. Aún así, descubrí LA CASA DE LOS SUCOS, con 193 zumos diferentes, hechos a partir de combinaciones de 35 frutas y verduras diferentes.

Por 1 euro, te daban un vaso de 400ml. Por 1,5 euros, 900ml. Por supuesto, pedi el suco de la casa: butiá (del que nunca había oído hablar hasta ese momento) con naranja. Una delicia. Ojito con la foto que hice del menú.

Me quedé el fin de semana en casa de Fernando, un tío de lo más majo. Lo conocí cuando vino a visitar a Mya, en Madrid. Al dia siguiente de llegar había preparado un churrasco en su casa, con piscina, mesa de ping pong y billar incluidos. Conocí a sus colegas y por fin, practiqué un poco de portugués del bueno. Un éxito.


Esa misma noche salimos de fiesta. Fue un poco raro para mí ir a un baile de gradución de derecho, pero me dijeron que aquí es muy normal. Fernando me dejó una camisa, pantalón y zapatos. Iba bastante guarro comparado con el resto del personal, de corbata por lo menos.

Nos pusimos a pedir invitaciones en la puerta de la fiesta, para pasar gratis. Compramos un par baratillas y las otras nos las dieron por el morro. En el interior una amalgama de gente super arreglada, chicas muy guapas y concierto hasta las 5 de la mañana.

A la mañana siguiente, domingo, nos juntamos unos amigos de Fernando y un par de chicas alemanas que estaban en casa de uno de ellos, por medio de hospitality club (el que no sepa lo qué es... google!). Fuimos a la famosa playa do Mole a pasar la tarde.





Esa noche me quedé en el albergue de barra da lagoa, que está más cerca de las playas. Estaba lleno de australianos e ingleses, y, el resto, no tuvo más remedio que hacerse el anglófono. Muy buen ambiente y buenas cenas. Un churrasco para empezar y una feijoada para terminar :)


Aqui podéis ver la zona, entre el lago y el mar. Si tuviera que elegir un lugar en Brasil para vivir, sería este. El nivel de vida es el mejor que he visto, la gente parece muy feliz, y el clima es muy bueno. Refresca un poquito en invierno, pero es una pequeña isla brasileña, no puede ser demasiado!
Hice unas caminatas muy bonitas por el sur de la isla, que llevaban a la playa de lagoinha do leste, una maravilla.
He visto 2 pobres en el centro de la ciudad... creo que en Teruel hay bastantes más.





El miércoles me fui a Curitiba, capital de Paraná. Casi 1 millón y medio de personas viven en esa ciudad. Se deja ver, sobre todo porque hay un bus turístico que te lleva a los lugares más intereantes. El albergue estaba bastante muerto, hasta que llegó Aldo, un "Gabi" mexicano. Pillamos un tren turístico que te lleva por las montañas, hasta un pueblo llamado Morretes. Mi plan era dar una vuelta por el pueblo, comer un "barreado", el plato típico de la zona y volver. Al llegar, Aldo vió una postal con gente en flotadores en el río. Al rato estábamos probándonos bañadores en una tienda (la dueña de la tienda le dió el número de su hija, para que quedaran), y comprando una neverita de corcho, hielos y cervezas. Éramos un francés, Aldo, la nevera flotante y yo bajando el río. Después de un par de horas viendo preciosos paisajes selváticos desde el río con los flotadores, fuimos a tomar nuestro merecido barreado con su obligada caipirinha :)
Aqui tenéis el jardín botánico (palacio de cristal), el barreado, el museo Oscar Niemeyer...


Próximas paradas: São Paulo -> Madrid... snif

31 marzo 2008

Porto Alegre e Iguazú

Después de una Semana Santa poco religiosa en el Amazonas, decidí ir al sur, para conocer otros climas. Y la verdad es que lo conseguí. En Porto Alegre (capital de Rio Grande do Sul) ya empieza el otoño, y hacía rasca por las noches, tenía frío con la única sudadera que tengo, jeje.

Me quedé en casa de Priscila, amiga de Mya (ex-compi de piso). La zona sur de Brasil es muy diferente al resto. Es la zona más rica, y más parecida a Europa. Tanto, que hace unos 100 años muchos alemanes e italianos se vinieron a vivir. Vas por la calle, y muchos son más rubios que los propios alemanes. Son altos, con ojos azules y muy blanquitos.

Di unas vueltas por la ciudad, tomé un chimarrão con Priscila en el parque Farroupilha, o Redenção, (en la foto podéis ver una zumo de clorofila, piña y hierbabuena), una buena picanha en el restaurante Barranco y asistí al séptimo rodeo de Porto Alegre, inesperadamente.
Mención especial al rodizio de pizzas. Creo que comí 13 trozos. Primero las saladas, con pizza de churrasco, portuguesa, de patatas paja, de patatas chip... y luego las mejores, las pizzas dulces. Había de helado, banana split, de dulce de leche, de negrinho con cholocate blanco y hasta de manzana con marshmellow, que podéis ver en la foto. Creía que iba a explotar!



El último día en Rio Grande do Sul fui a visitar uno de los típicos pueblos alemanes de la zona, Gramado. Son casas como traídas del centro de Europa, y restaurantes con lo que llaman secuencia completa de fondue (de carnes y pescado, y luego frutas en fondue de chocolate). También son conocidos por el chocolate buenísimo que hacen, mmm. Ah, y sigo probando frutas.



El lunes por la mañana, tras 13 horas de bus, llegué a Foz de Iguazú. De ahí fui a Puerto Iguazú (parte argentina). Se suele decir que el lado argentino es mejor para ver las cataratas. A través de las pasarelas se llega más cerca, y con un barquito, hasta te pones debajo de alguna. Me gustó la playita en la isla de San Martín, con preciosas cascadas como paisaje.
Lo que sí es verdad es que los precios en Argentina están tirados. Nunca había comido en un restaurante por 3 euros :)


Fui al parque de Iguazú con Pepe, un sevillano que conocí en el albergue. Era muy gracioso. No paraba de decir: "Esto es un marco incomparable, pero yo me quedo con la Girarda". Ahí está en la playita de la isla San Martín, con la camiseta y bañador del Betis :)


Comparé mucho Iguzú con mi visita al Niágara. La verdad es que las cataratas llevan mucha menos agua aquí, pero eso de estar en un parque natural subtropical le da bastante vidilla. Está en medio de la jungla, y hay muchos bichillos. Ahí van algunos



Aproveché y tomé carne argentina, un surubí (pescado de la zona) una buena crêpe de dulce de leche y unos buenos helados... que están de rebajas!



El lado brasileño lo recorrí en una mañana. Mucho más pequeño, y sólo uno de los paseos está incluido con la entrada al parque natural. Se ven las cascadas desde el otro lado del río. Un poco más de lejos, pero las vistas son mejores... con arco iris doble incluido!


Próxima parada: Florianópolis y Curitiba