20 septiembre 2013

Israel

Llegué a Tel Aviv a las 3 de la mañana y después de 18 horas de viaje. Fue un poco duro, pero Dafna y su novio Gad me fueron a recoger y me acogieron en su casa como si viviera ahí.

Tel Aviv es un sitio fácil para empezar, es quizás la ciudad más "europea", con mucha gente joven y progresista. Tiene buenas playas urbanas (de norte a sur de la ciudad), con una arena muy fina. En algunos lugares pone que no te puedes bañar, pero aquí parece que eso no les importa mucho!


Esta ciudad sólo tiene 100 años. Mucha gente joven se ha mudado aquí desde Jerusalén o desde kibbutz o moshavs. Tuve la suerte de poder ver un kibbutz desde dentro (es la foto de arriba a la derecha) y también un moshav porque ahí vivían las respectivas familias de Dafna y Gad.

Un día acompañé a Dafna al currele, que trabaja en un proyecto de investigación de pececillos y pasamos por un centro de recuperación de tortuguillas.


De Tel Aviv me fui a hacer couchsurfing a Haifa, una ciudad al norte, cerca de la frontera con Líbano. Aquí los árabes e israelíes están mucho más mezclados y se consideran un ejemplo de convivencia. Tuve la suerte de quedarme en casa de un biólogo marino muy divertido que me llevó a cazar medusas.


Impresionantes también los Baha'i gardens en Haifa y las vistas desde el monte Carmel.



Con poco tiempo, me fui rápidamente a Jerusalén, donde me acogió Ayala, la hermana de Dafna. La cosa cambia mucho ahí. Hay muchos Hassidim (ortodoxos) y se nota un ambiente diferente. Me paseé por el barrio de Me'a She'arim, que es sólo de ortodoxos y me sorprendió este cartel, pidiendo que la gente que no vaya apropiadamente vestida no pasee por sus calles.



Jerusalén es muy bonita y la ciudad vieja es sobrecogedora. Me sorprendió que la gente aún viva ahí. Incluso me topé con el colegio español de Nuestra Señora del Pilar entre sus estrechas calles. Todo está suuuper concentrado ahí. Como véis en la imagen de la derecha, la puerta de una iglesia da con la puerta de otra. Si es que ya no hay espacio para sitios tan sagrados! A la izda podéis ver el mercado de Jerusalén, con cosas muy ricas y variadas y un señor que ya debería estar saciado.



Una de las cosas que más me gustó de la ciudad vieja fue la iglesia del santo sepulcro, donde se supone que se produjo la crucifixión, enterramiento y resurrección de Jesús. Según la zona de la iglesia, está custodiada por las confesiones cristianas armenia ortodoxa, católica ortodoxa y católica romana. No se llevan nada bien y los curas discuten a menudo por centímetros de la iglesia.
En la foto podéis ver lo que es la tumba. No se podían hacer fotos, así que si queréis ver lo que había dentro... tenéis que ir :)


Al día siguiente aparecí por arte de magia en Ein Gedi, un oásis en el desierto que recubre el mar muerto. La idea era pasear un poco por el oásis y darme un chapuzón. Es un agua que no refresca, está muy caliente y está tan salada y con una concentración tan alta de minerales que los únicos seres que consiguen sobrevivir en esas condiciones son 11 tipos de bacterias. No puedes sumergir la cabeza y no puedes probar el agua porque arde! Y en los ojos ya, no te dijo ná! A la derecha, un tanque extraviado en el camino.


Es evidente el miedo con el que vive la gente aquí. La partida de seguridad es la mayor del país. Es muy normal ver a gente que está haciendo el servicio militar con fusiles por la calle o incluso en restaurantes. Y hasta en los centros comerciales, en la entrada, te registran y te preguntan si llevas pistolas o cuchillos.

Israel es una gran mezcla de gentes de todo el mundo. Impresiona la cantidad de distintas culturas y razas. Hay barrios en los que los carteles están en ruso, armenio o eritreo. Nunca había pensado que había tantos judíos negros. Y aprendí a diferenciar a la gente de Eritrea y Etiopía :)

Después del mar rojo, llegaba Yom Kippur, que es una fiesta religiosa judía en la que se cierra todo en el país y no se puede hacer nada. Así que Dafna, sus hermanas y Gad me invitaron a acompañarles en Eilat. Es una ciudad que está en una zona muy estrecha del mar rojo, al sur de Israel. Desde la playa de Eilat se puede Jordania, Egipto y Arabia Saudí. El snorkel ahí es muy bueno, se pueden ver peces de buen tamaño y de muchos colores, como el pez león. Y aquí abajo, con mensaje de agradecimiento a los acampadores.

Dafna, Gad, Ayala, Naama and George, thank you all! It's been the best trip ever and I've felt soooo welcomed! Hope we see each other soon and we're waiting for you in Madrid!


Y para terminar, pasé a territorio palestino un par de horas. Belén era una pequeña ciudad mayoritariamente cristiana donde nación Jesús. Después de la creación del estado de Israel muchos palestinos fueron a vivir a esta ciudad (y a los campos de refugiados cercanos).  Casi todos son árabes ahora, pero sólo hay una mezquita. Curioso. La foto de la derecha es de la iglesia de la Natividad, el lugar donde nació Jesús.


Y colorín colorado, se acabaron las vacaciones y ahora a buscar trabajo otra vez!!

3 comentarios:

johnyrotten dijo...

...y el ultimo post llegó y este sera el último comentario de cierre de este plural y singular viaje que has hecho pocholito =) Me ha gustado mucho seguirte!
Besos de un "punk" rehabilitado

Rocio dijo...

Quiero tener la posibilidad de llegar a diversos lugares y por eso me importa poder viajar a distintos destinos constantemente. Todavia no tengo idea donde voy a pasar mis próximas vacaciones, pero mis amigos me recomiendan que obtenga vuelos baratos a madrid

Kari velez dijo...

Quisiera poder viajar a distintos paises, pero para eso tengo que obtener pasajes aereos baratos porque sino no podría viajar, saludos