26 febrero 2008

Recife y João Pessoa

Me aconsejaron ir a un albergue que no es de la red internacional (youth hostelling) en Recife, y no fue mal la cosa. Había un peruano que estaba de intercambio este año en Recife que llevaba 2 meses viviendo ahí, y otros 2 japoneses que no sé muy bién qué hacían, pero llevaban 1 mes!
Todos muy majos, el dueño del albergue era un brasileño que había viajado durante 19 años y ya se había asentado en su ciudad natal.

Me habían hablado de que Recife (más de 1 millón de habitantes) es una de las ciudades más peligrosas de Brasil, pero yo sólo tuve problemas con la pasma :)
Mientras daba un paseo hacia el centro (1 hora caminando) tuve que dar un rodeo bastante grande porque había una zona que era sólo para coches, y no quería arriesgar mi vida. De repente vi que tenía 2 coches de policía que aparcaban detrás de mi y que varios se bajaron. Me apuntaron con la metralleta, o lo que sea eso, y me dijeron que pusiera las manos en la pared. Me registraron la mochila y TODAS las partes del cuerpo, y al cabo de un rato me dijeron que saliera de ahí porque era una zona de alto riesgo. La única manera que tenía de salir por ahí era caminando, así que sorteé algunas favelas y llegué al centro sano y salvo :)

El sábado fui a Olinda, patrimonio histórico, con muchos edificios muy bien conservados (aunque los holandeses prendieron fuego a la ciudad cuando la dejaron, hace algunos añitos). Ahí tenéis una iglesia tropical. Y esa noche salimos por el caso antiguo de Recife (que está en una isla) para despedir a uno de los japos, que se iba.


Después fui a João Pessoa, capital de Paraíba. Es la ciudad más tranquila que he visto. Me hubiera gustado que hubiese más animación por las noches, pero parece que ahí no pasa nada.
Hice un paseo de buggy por la playa. Nos llevaron a un sitio muy interesante, un banco de arena que se hace isla cuando baja la marea: ilha vermelha. Lo tienen todo super montado, como véis en la foto, con los chiringuitos de quita y pon durante el día. Por la tarde todo desaparece. Son escasos 300m cuadrados con la marea más baja. Y el água es la más caliente que he visto y tocado. Debe estar a unos 30 grados. No da para refrescarse... el calor en el norte es MUY serio.



Y a la vuelta, fuimos al río Jacaré, a ver la típica puesta de sol en la playa fluvial con el bolero de Ravel de fondo. Me pareció demasiado turístico, pero bonito. Próxima parada: Playa de Pipa.

1 comentario:

Eli dijo...

Asi que este post habla del día en el que "casi" me quedo sin mi maridito por culpa de la chusma policial brasileira...uhmmm...Si yo los pillara...
¡Chulísima la foto del atardecer! Es tuya? Estoy perpleja...Artista!