18 julio 2013

Bozcaada, Éfeso, Selçuk y Pamukkale

Las carreteritas turcas no me gustan. Se tarda mucho en llegar a cada sitio y coger varios minibuses y barcos, pero al fin llegué a la isla de Bozcaada. Aquí no hay casi turistas. Me di cuenta en el puerto, cuando nadie hablaba inglés y me costó un poco explicarme al señor de la pensión, sobre todo para que me diera la contraseña de la wifi, pero al final nos apañamos.



Bozcaada es una islita entrañable. Las señoras sacan una silla a la puerta de su casa y pasan ahí la tarde, mirando a la gente pasar. La vida se ralentiza y parece un pueblito isleño griego. Aparte del pueblo el resto son prácticamente casas aisladas y playas. El agua está un poco fría, pero merece la pena el bañito.


Me llamaron mucho la atención la creatividad de las macetas del pueblo :)


Tres días ahí y ya salí pitando hacia el sur, un pueblo llamado Selçuk. La idea era quedarse ahí mientras visitaba atracciones cercanas, pero lo que más me atrapó fue el hostal. Impresionantemente montado y muy recomendado. Era perfecto para hacer turismo por el día y darse un bañito por la tarde. A la derecha tenéis el patio interior.



Lo primero que hice fue ir a Pamukkale. En el tour primero te enseñan las ruinas de Hierápolis, de lo que queda poco por los terremotos, y luego te meten en una piscina llena de rusos a los que les gusta estar como anchoas en lata. Las rusas llevan unos modelitos que van muy bien con las ruinas.


Y luego te sueltan para que camines por las terrazas de piedra caliza.  Pamukkale es un pequeño lugar, de lo más turístico que guarda una asombrosa montaña blanca. Parece nieve pero es piedra caliza, y se forman piscinas naturales por las aguas termales que brotan de la parte superior de la montaña.



Aquí debajo podéis ver a los locales y a los japos divertirse. El sol es abrasador y la luz no te deja ver nada. No veía ni a qué le echaba fotos. Aquí sí que eché de menos las gafas de sol que olvidé en casita...




La verdad es que vine a ver Éfeso, pero con tanta cosa... Bajo dominio romano llegó a ser capital de Asia Menor, con 250mil habitantes. Sería agradable pasearse por la ciudad si no fuera por el sol, que es muy duro por estos lares. De camino a Éfeso me encontré con esta estátua a la Virgen María, que se supone que pasó sus últimos días aquí.






Y no os voy a dejar si el capítulo de curiosidades! La primera es para que conozcáis los baños de aquí. Hay de agujerito, como visteis en el post anterior, y de taza con chorrito. A un lado es donde se activa el chorro, que sirve para limpiar. Luego se supone que te secas con el papel. Yo lo he probado y puedo decir que prefiero el que tengo en mi casa.

La segunda es de máquinas cargadoras de móviles que suelen poner en estaciones de bus. De lo más práctico que he visto. Y la foto de la derecha es de lo que llaman en Éfeso "bus station". Me dejaron aquí para cambiar de bus, y este señor mayor es el que se encarga de meterte en el bus adecuado. La parte negativa es que sólo habla turco!


Próxima parada Dalyan y Fethiye

1 comentario:

Anónimo dijo...

Qué negrillo te vas a poner chico guapo! Tu verdadera naturaleza, por supuesto. Lo de la parada del bus es guay, un estilazo el señor encargado y puede moverla según le convenga. Todo ventajas! Mara