31 julio 2013

Kaş, Olympos y Antalya

 En el sur de Turquía hace MUCHO calor. Rondando los 40ºC a mediodía, la humedad intensifica la sensación de sauna turca hasta el punto de que no se puede hacer nada más que hibernar a la sombra desde las 13h hasta las 17h aprox.

Estuve 2 días en el pueblo de Kaş (foto), que es pequeño y agradable para darse un paseo. También está cerca de varias islas. Una de esas islas es Meis, que es parte de Grecia, pero está muy cerquita de la costa. Para ir ahí hay que salir desde una parte especial del puerto para hacer el papeleo de inmigración.

Por supuesto, hice un tour, que te lleva a la isla de Kekova, donde hay unas ruinas semitragadas por el mar. Parte del muro está debajo del agua. Una pena que no se pueda nadar aquí, pero al menos los barcos se pueden acercar y se puede hacer kayak.


Después te llevan a un pueblecito en una isla cercana, donde vi esta curiosa casa de perro (o de foca), que se le habrá ocurrido a algún graciosillo del pueblo. Y ahí tienes una foto mía, mamá, para que no te quejes.


A mediodía, barbacoa en el barco, igual que la última vez, y para terminar el tour, paradita en unas aguas muy claritas. Ahora ya sé por qué se le llama Turqoise Coast a esta zona, aunque poco pez que ver con el snorkeling...

Al día siguiente me fui a Olympos. Tiene una bonita playa (de pago), pero no tiene pueblo! Es un camino de tierra lleno de hostales y pequeños bares-restaurantes para que los turistas no mueran de inanición. Está bien para relajarse, pero aparte de la playa, hay poco que hacer, y se pasan muchas horas en el hostal. No está mal para socializar. Conocí a un australiano que tenía un dedo del pié hinchadísimo y con cicatrices. Resulta que había pillado una bacteria que se come la carne en Laos, hacía un par de meses y ya se estaba recuperando (previo paso por varios hospitales). Me enseñó fotos en las que lo tenía totalmente abierto y se veían perfectamente los tendones. Todo esto para decir que viajar no es tan fácil, criticones!

Y después de desahogarme, aquí tenéis una fotico del río que llega a la playa de Olympos. Por la noche fui a un pueblo cercano (Chirali) a ver las llamas eternas de la quimera. Es una cosa curiosa. Desde tiempos inmemoriales sale un gas desde las rocas de este monte (Chimera) que al contacto con el aire se prende y forma estas llamas curiosas. El tour es nocturno y había algunos coreanos friendo salchichas, pero tampoco tiene mucho más.


Estuve sólo un día en Olympos, por cosas de la vida (me dejé el pasaporte en la ciudad anterior y tuve que volver). Cambio de planes. De todas formas, fui a Antalya, que también tiene este clima caliente y húmedo, pero por la noche la temperatura es perfecta. La ciudad tiene 1 millón de habitantes, y el casco antiguo es lo más/único interesante. También una playita (de pago) que te ayuda a refrescarte un poco. Ojito a las montañas del fondo.


El capítulo de curiosidades de hoy es sobre la moda turca. No sé qué ven en los turistas para diseñar la ropa así. Aquí vemos unas niñas que dan miedo, y algo que nunca había visto: un maniquí gigante tamaño inglés borracho, con turbante y brazo tatuado. No tiene precio :)

Próxima parada: Cappadocia!

1 comentario:

Mara dijo...

Efecto sauna turca por la calle... deberían incluirlo en los folletos de turismo. Igual triunfa!
Te ves muy guapo con tu súper gorro para que te cubra la coronilla :)
Grande la moda turca, grande.
Besillos!