06 agosto 2013

Safranbolu y vuelta a Estambúl

Turquía parece un auténtico caos, pero creo que en realidad están organizados a su manera. Los turcos son gente amable y muy acogedora. Como en todos los lugares, donde no tienen turismo, reciben con mucha alegría a los turistas. En el este de Turquía, donde llega mucha menos gente, te invitan a pasar la noche en su casa, pero también todo es más difícil. Algún viajero me ha contado que les han echado del restaurante por pedir cerveza (estamos en ramadán). Nadie habla inglés por ahí, así que imaginaos cómo debe ser eso de preguntar "¿a qué hora sale mañana el primer bus?".

Desde Cappadocia la mayoría de la gente va a Estambúl en un bus nocturno. Yo no tengo muy buenas experiencias con los buses nocturnos ni con los viajes largos, así que decidí hacer una paradita de un par de días en Safranbolu. Es una ciudad pequeña, que tiene un casco antiguo muy pequeño (se ve en 1 hora), pero bonito. Quería verlo sobre todo porque aún conserva bastante bien casas de arquitectura otomana. Me recordó bastante a las casas del País Vasco. Las casas son muy viejas y aquí el WC era un agujero en el suelo. A la derecha, un lago de sal que me encontré de camino a Safranbolu.


Al igual que en otros lugares, se ven banderas turcas por todos sitios. También llama la atención la adoración que tienen por su expresidente, el señor Atatürk. Su foto/busto está al lado de la bandera en cada plaza o lobby de edificio. Aunque no me extraña, porque después de fundar la república y ampliar sus fronteras, dejó el país bastante bien apañado para su futuro. Definió el idioma turco y cambió el alfabeto al latino. Dejó bien atada las principales universidades, instauró el sufragio universal, más derechos para las mujeres...  En 1923 Grecia y Turquía, que acabaron una guerra entre ellos firmaron un acuerdo de intercambio de población. Los cristianos turcos fueron expulsados hacia Grecia y los musulmanes griegos fueron expulsados hacia Turquía. Esto se hizo para evitar represalias después de la guerra. Dejó varios pueblos fantasma, pero la gente aquí cree que al final fue útil.

Volví a Estambúl para estar los últimos 3 días. Vi un par de cosas que me faltaban. La foto de la izda es de la basílica cisterna. Se construyó en el siglo VI, pero quedó en el olvido y se redescubrió en el siglo XX. Después de la remodelación, está abierta al público y vale la pena verla como paréntesis fresquito a mediodía. También vi el palacio Topkapi, que merece mucho la pena. Nunca había visto un diamante de 86 quilates!

Me quedé una noche en el lado asiático de la ciudad, en la parte de Kadiköy. Me sorprendió lo moderno que es, tiene la vitalidad de cualquier zona comercial de las capitales europeas, está lleno de gente joven y me pareció un buen lugar para vivir. Además deja puestas de sol como esta.

¿Curiosidades del país?

  • Normalmente cuando viajo veo perros callejeros, pero aquí son gatos. El país está llenísimo de gatos callejeros, es impresionante. 
  • En los autobuses te suelen dar agua, refrecos algún bollito y hasta alguna vez me han dado colonia para las manos
  • ¿Cómo se sentirán los ciudadanos de una ciudad que se llama Batman?
  • El 99% de la población es musulmana. De ese 99%, un pequeño porcentage es de la rama aleví, que no usan mezquitas ni consideran el corán como su libro sagrado. Próxima parada: Tokio. ¿Tokio? Sí! Con Marilla!

1 comentario:

viki dijo...

Las puestas de sol son cómo las de Panamá, extraordinarias,
Tu abuela desde la terraza en Valencia