12 agosto 2013

Tokio

Al llegar a Tokio me llevé una alegría, porque me encontré con Mara en el aeropuerto, y que se ha animado a descubrir Japón conmigo. VIVA!

Los japoneses nunca han sido invadidos, y quizás por eso, y porque están aisladitos en una isla, son más raros que un perro verde. La mitad de las cosas aquí son desconocidas para nosotros y es mejor ir con la mente abierta, pero el shock con respecto a Turquía era inevitable...


Hay mucho parquecito, donde ponen Toriis, que son puertas gigantes, donde la gente al pasar hace reverencias y sirven de entrada a los templos. Además, una vez que entras en el templo, tienes que lavarte las manos y la boca. También puedes escribir peticiones en tablitas, previo pago y si tienes suerte, tocan el gong.

Hemos visto varios parques: el de Meiji-jingu, el parque del palacio imperial y el parque de Ueno (con un lago lleno de nenúfares) merecen todos la pena.

En Tokio hace un calor impresionante y con la humedad se hace insoportable a mediodía. La gente tiene que ir al trabajo con traje y van todos super sudados, con una toallita que se pasan por la cara todo el tiempo. Algunas, incluso van con kimono! Y de la gente con paraguas/parasol ya no hablemos :)

Los japos quieren muchas de las cosas que no tienen. Un ejemplo son las pintas que llevan los jóvenes. Hay más chicos teñidos rubios que chicas tenñidas rubias. Muchas chicas llevan lentillas (que parecen aumentar el tamaño del iris), con uñas postizas super pintadas, pestañas postizas y algunas se operan los ojos para tener lo que llaman doble párpado. Los fotomatones tienen efectos especiales que aumentan el tamaño de los ojos y los redondean.


Incluso quieren que los centros comerciales se parezcan más a los que hay en Europa y hacen cosas como ésta. Ojo, que es una plaza en un gran centro comercial, con esculturas en mármol y cascada. Este centro comercial está en la zona de la bahía de Tokio, a la que se llega con un monorrail con buenas vistas y desde la que se puede ver un puente muy parecido al Golden Gate y una estátua de la libertad. Y no contentos con eso, hasta se han creado una torre Eiffel 16m más alta que la de París y una noria enorme que recuerda al London Eye.



En la lonja de Tokio están a tope por las mañanas. Se les ve cortando trozos enormes de atún y se ven mejillones más grandes que mi pie. En los alrededores hay muchos sitios para desayunar sushi fresquito y eso hicimos sin miedo al anisakis!

 Aunque en la foto se ve al hombre abanicándose, trabajan muy duro, aunque también es verdad que hay muchos puestos de trabajo que sobran, como vigilantes o personal de información que están ahí de pie sin hacer nada en todo el día. Así casi no tienen paro, como en Spain!

Los japos están obsesionados con irse de compras. Las zonas comerciales que visitamos son Ginza, Roppongi, Shinjuku y Shibuya. Están llenas de tiendas y por la noche se ven lucecitas por todos lados. Si no te quieres perder nada tienes que mirar hacia arriba porque hay restaurantes hasta en el quinto piso. En Shibuya tienen un paso de cebra gigante, que sale en todas las pelis de japos, y es digno de ver. Esta foto es de la zona de Akahibara, que está especializada en Anime y gente con pintas.

Y quereis ver algo que no sabiais de Japon? Ojito a esta curiosidad!


Un día, andando por la calle, nos cruzamos con una manifestación japonesa de los uyoku dantai. Parece ser un grupo de ultraderecha que quiere volver al antiguo Japón, apoyan al emperador y usan la bandera militar (la del sol naciente, de la segunda guerra mundial). Aquí tenéis a Marilla de reportera:

El capítulo de curiosidades japonesas lo vamos a reducir porque podría explotar internet si ponemos todas: Primero, una cosa muy importante, las tazas de water. Tienen opción de calentar el asiento y cuando terminas, de limpiarte con chorrito o llenando la taza como un bidé. Dejamos la experimentación al lector.
Otra cosa que nos gustó, que con su sentido de la eficiencia, tienen escaleras mecánicas paradas con un cartel que dice "Engery conservation in progress". Para el que no se lo crea...


Lo de fumar es otra cosa que no nos explicamos. En un restaurante se puede fumar, pero por la calle sólo en los puntos de fumadores!


Y que no falte el orden en este país. Estas son las filas que forman en el metro antes de que se abran las puertas. Hay marcas en el suelo para que sepas dónde te tienes que poner. Y en hora punta, si hace falta, hay señores que empujan a los viajeros para que todos entren. Y para terminar, una foto de un fotomatón de esos que te agrandan los ojos para ser más occidental.


Próxima parada: Nikko y Takayama